A estas alturas del año se intensificaban las reuniones de
la directiva de la Cofradía del Cristo de los Mineros de Caboalles de Abajo y los ensayos de la Banda de cornetas y
tambores, con la ilusión de procesionar el Viernes Santo por
las calles del pueblo la imagen del Cristo de los Mineros y
también, desde el año 2005, la imagen de la Virgen Dolorosa.
Cofradía que se fundó el 14 de septiembre del año 1970,
recogiendo el sentir del valle minero de Laciana de nombrar
una talla de finales del siglo XVII, que al principio era conocida
como Santo Cristo de la Vera Cruz, posteriormente de la Misericordia, identificándola con el oficio más representativo de
la comarca, como Cristo de los mineros.
A nuestro pesar, el año pasado no pudimos celebrar las
numerosas y diversas actividades que teníamos programadas
con motivo del 50 aniversario por las restricciones de la pandemia.
Tiene la singularidad esta procesión de que los
hombres que portan a hombros la
imagen del Cristo
eran mineros (digo
eran porque en la
actualidad se encuentran las minas
cerradas, no por la
escasez del carbón en el valle, sino cumpliendo las directrices ecológicas de la política europea) vestidos con el atuendo
de faena: funda y casco con su lámpara, en vez de túnica
y capirote, y de que una de las paradas más emotiva de la
comitiva es en el monolito situado junto al Pozo María, donde
se realiza una ofrenda floral y se reza un responso por todos
los mineros fallecidos, debido a que en ese lugar sucedió el
accidente más grave de la comarca en octubre de 1979 con
diez fallecidos.
Es ésta la expresión clara de la fe, religiosidad y devoción
de un pueblo minero, que con su presencia, con sus rezos,
con su participación y entusiasmo ha sabido encomendarse a
Cristo pidiendo su protección.
Bruno Cuadrado Lamas